Nubes cubriendo el horizonte, el río Miño desapareciendo en el océano Atlántico, rachas de viento que te balancean a más de 300m de altura, siluetas de playas que se distinguen entre océano y tierra… En A Guarda, al suroeste de Galicia, se encuentra uno de los rincones más espectaculares a nivel paisajístico de España y uno de los lugares más visitados de la costa gallega. Con el océano Atlántico a tus pies evádete disfrutando de las vistas desde el monte de Santa Tecla.



Historia del Castro de Santa Tecla

Subir al Monte es también retroceder varios años en la historia, exactamente a cuando los celtas habitaban Galicia. Uno de los puntos más destacados del monte son los castros fortificados situados en lugares estratégicos. Este castro galaico pertenece a la cultura castrexa y fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931. Excavado en 1914 y reconstruido como antiguo poblado celta, es una importante visita cultural.

 

Petroglifos de Santa Tecla

En varias de las piedras del monte se encuentran petroglifos elaborados 2.000 años antes de la ocupación del castro. Las piezas más destacables que se recuperaron en este lugar se pueden ver en el propio museo del monte de Santa Tecla.

Acceso al Castro de Santa Tecla

Se puede subir en coche o andando, a través de una ruta de senderismo. Nuestra recomendación es que si vas al castro, prosigas hasta la cima para disfrutar de las espectaculares vistas panorámicas. Desde allí, descubrirás un paisaje fotográfico increíble y unas de las mejores puestas de sol de Galicia.

Para cerrar este post os comentaremos que el topónimo gallego correcto para definir el lugar sería «Santa Trega». Aunque lo correcto sea «Santa Tegra», la traducción al castellano es “Santa Tecla” y mucha gente lo dice así. No te preocupes, utilices el nombre utilices,  lo importante es disfrutar el destino.


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