Día 1: Llegada por cuenta propia a Oporto, esa noche dormirás en Oporto.
Día 2: Oporto – Vila do Conde. Tiempo estimado: 6 horas y 15 minutos.
En esta primera jornada, en lugar de lo habitual, que es salir por los suburbios de Oporto y supone bastante riesgo debido al denso tráfico, saldrás hacia el paseo fluvial del Duero, y luego subir por la costa, pasando por Matosinhos hasta llegar a Vila do Conde. Este tramo, aunque tiene escasa historicidad, es conocido como Caminho da Orla Litoral. Poco después de Matosinhos, se junta con el Camino de la Costa y ya en Vila do Conde, fin de etapa, es cuando continuarás hacia el interior, para continuar el Camino Central.
Día 3: Vila do Conde- Barcelos. Tiempo estimado: 6 horas.
Hoy toca abandonar la costa para seguir el Camino por el interior. Pasaremos por diferentes pueblos, como São Pedro de Rates, el cual merece una visita, por sus capillas y su carácter relegioso unido al Camino de Santiago. Una vez pasada esta localidad, el tramo discurre por firme de tierra y luego por carreteras casi siempre locales. Hoy abandonas la región del Douro para dar paso a la del Minho. A la orilla del Cávado se dispone Barcelos, el fin de etapa.
Día 4: Barcelos - Balugães. Tiempo estimado: 4 horas y 15 minutos.
El paisaje está lleno de viñedos en parras y te acompañan todo el trayecto. Resulta igualmente una satisfación poder atravesar tantos pequeños núcleos rurales de arquitectura tradicional, con sus viviendas, capillas y tantos otros elementos, construidos en granito, que han ido configurando el paisaje. Por otra parte, se agradecen los constantes guiños viarios al peregrino y el Camino, lo que nos habla de un implicación fuerte con el itinerario. Sobresalen especialmente los solares, equivalentes a los pazos gallegos, que con sus propiedades ocupan las mejores laderas del paradisíaco valle del Lima.
Día 5: Balugães - Ponte de Lima. Tiempo estimado: 4 horas.
Abandonas Balugães atravesando un tramo boscoso po run camino estrecho de tierra y también la aldea de Devesa, que te dirige a la EN204, que te llevará hasta Ponte de Lima.
Ponte de Lima, un pueblo realmente hermoso, es la guinda de una etapa larga, pero al mismo tiempo placentera.
Día 6: Ponte de Lima - Rubiães. Tiempo estimado: 5 horas.
El Minho, en una jornada de acusada ruralidad, nos muestra hoy su perfil más duro cuando el Camino se empina para ascender la áspera sierra de Labruja. Lo que aquí tenemos, es la ruta de Labruja en estado puro, recordando tiempos de caminería históricos y tan solo libre, al menos eso creemos, de salteadores. El asceso a la Portela Grande de Labruja, con un primer tramo asfaltado, a partir de Bandeira se pone serio, pues por momentos el camino va encajado en pedregosas torrenteras. Una solitaria cruz en el medio del monte, la de los Franceses, se ha convertido en la particular Cruz de Ferro, de este itinerario: para pararse a pensar y poner una piedrecita a sus pies.
Día 7: Rubiães - Tui. Tiempo estimado: 5 horas y media.
Llega la última etapa en Portugal, país en el que habréis dejado atrás tantos buenos recuerdos, y que buen seguro os habrá cautivado tanto como a los peregrinos del pasado. Tras el palizón de Labruja proponemos una etapa relativamente corta y, sobre todo, fácil, tan solo con una pequeña cuesta inicial hasta São Bento da Porta Aberta, santuario comarcal con un santo muy milagrero. A medida que nos acercamos a Valença la ruta va perdiendo su atractivo, pues vuelve a empaparse del carácter rururbano de días atrás. Tui, fin de etapa, con su catedral fortaleza en lo alto de la acrópolis que domina el Miño, es una de las ciudades históricas más monumentales de Galicia.
Día 8: Check Out y fin de nuestros servicios